Dedicado
a ella (ella sabe quién es)
En la relación con el tiempo cada día
parecía contener menos horas y el desenlace parecía precipitarse raudamente. La
espera de años entraba en sintonía con los nervios y la alteración de los mismos
hacía que cada noche sea distinta en pensamientos, pero afín en la dificultad
para conciliar el sueño. Parecía culminar un año redondo, el casamiento estaba
cerca y su querido All Boys peleaba los primeros puestos del torneo apertura y
faltando seis fechas contaba con chances de salir campeón. Qué año para casarse.
Qué año para acercarse a una vuelta olímpica, la primera de la historia en la
categoría superior, para alegrar a toda Floresta.
Días intensos de calor sofocante como
corresponde para la época y una historia de amor que nació hace tiempo, más
precisamente cinco años atrás, la historia de amor de pareja, porque la otra
era de nacimiento, era de herencia, de corazón, porque ella y All Boys se
amaban desde la gestación, porque sus padres eran del Albo y los abuelos
nacieron en Floresta, adoptando a All Boys como su único equipo. Por eso se
disfrutaba más esta gran campaña que los codeaba con los grandes y con la
gloria deportiva. Su pasión no tenía límites y aunque los preparativos
arreciaban y su novio no era amante del fútbol, no perdía oportunidad para
concurrir a cada cancha donde el Albo se hacía presente, siempre con su grupo
de amigos.
El noviazgo, que como dije, entraba en el
quinto año, no era muy común, es más, muchos de sus amigos se preguntaban cómo
había resistido a través del tiempo siendo tan distintos. Él era muy romántico,
cosa que a ella le fascinaba, culto, inteligente, estudiante de teatro; un tipo
muy instruido. Ella también estudiaba teatro (allí se habían conocido) pero
tenía como prioridad el fútbol. Al principio hubo cortocircuitos, en épocas del
ascenso del Nacional B a Primera, no había salidas los sábados, ya que viajaba
a seguir a All Boys a todos lados y los viajes al interior en esa divisional
eran frecuentes.
Quizá la mayor discusión la tuvieron un 23
de Mayo, día del cumpleaños de su novio, que se reunió con la familia, mientras
ella estaba en el Gigante de Arroyito acompañando al Albo en esa epopeya que
fue la promoción ganada a Rosario Central y el ascenso a Primera División. Fue
tanta la euforia de los festejos que en el regreso fueron con toda la familia
al Estadio Islas Malvinas, dejando el cumpleaños para otra ocasión. En la pelea
posterior, en la echada en cara por el faltazo, ella fue muy clara: “Vos
cumplís una vez al año, All Boys vive esto una vez cada tanto”. Frase que casi
sepulta un noviazgo de más de dos años y que logró separarlos por una semana.
Una semana de festejos.
El amor es así, hay veces que no entiende
de razones pasionales, el amor entre personas; porque el otro, el futbolero,
sólo entiende lo que dicta el corazón…
Estaba claro que ella y All Boys eran un sólo
corazón. Por eso lucía orgullosa la camiseta albinegra, por eso su nombre
estaba siempre asociado al Albo, por eso esa noche cuando se acostó, cuando
abrazó la almohada, cuando empezó a girar buscando una posición para dormir,
supo que el Sábado sería distinto y así fue. All Boys jugó su partido de
visitante y lo ganó uno a cero. Con la serie de resultados de los punteros y
sus seguidores, llegó a la última fecha con chances de salir campeón. El sueño
estaba a pasos de ser cumplido. Vuelta olímpica un fin de semana, boda en el
próximo y una nueva vida comenzaría.
Pero esa semana comenzaron los conflictos
típicos de fin de año, la final se pospuso y con ella la incertidumbre. La
probabilidad que jueguen el viernes siguiente era similar a que jueguen el sábado,
día del casamiento. Decisión que el Comité Ejecutivo tomó el Martes: All Boys -
Vélez Sarsfield en el estadio de Floresta, Sábado 19 horas. El mundo que se
vino abajo en segundos y la respiración que se entrecorta y se junta con el
interminable llanto. Nadie podría entender su pasión, su amor por All Boys, su
sentimiento por el barrio que la vio nacer y por el fútbol que mamó de pequeña.
Nadie podría consolar su corazón. Pocas veces se sumerge la vida en una
sensación de esta naturaleza y sólo el ser humano futbolero entiende de estas
vicisitudes, incomprendidas por el mundo.
Por eso cuando llegó el sábado y se vistió
de blanco para cumplir su gran sueño se sintió feliz. Cuando vio que su familia
la acompañaba, cuando vio a todos sus amigos con cara de felicidad, cuando entró
al Estadio Islas Malvinas, supo que iba a cumplir cuanto el corazón mandaba.
All Boys y nada más…
La transpiración se había adueñado de su
ser y nunca pudo encontrar una posición que la relajara de su pesadilla, por
eso muy temprano decidió levantarse y allí estaba colgado el hermoso vestido
blanco, esperándola para cumplir su sueño real. Al pasar frente a él, lo acarició
y prosiguió rumbo al baño. Frente al espejo vio su rostro feliz, con sus dos
manos tomó el escudo de All Boys que se encontraba en la camiseta albinegra con
la que había dormido y lo besó.
El amor es así, hay veces que no entiende
de razones pasionales, el amor entre personas, porque el otro, el futbolero,
sólo entiende lo que dicta corazón.
Y su corazón era Albo…
Eduardo J Quintana
@ejquintana010
@ejquintana010
"Difundir la Literatura Futbolera para pensar en volver a jugar a la pelota"
La imágenes de este cuento fueron tomadas de internet
La imágenes de este cuento fueron tomadas de internet
Dejá tu comentario en este Blog
¡Muy bueno Eduardo!
ResponderEliminarGracias Carlos...
EliminarME ENCANTO LO PIENSO PUBLICAR EN MI MODESTO BLOG DE
ResponderEliminarALL BOYS http://losalbosdeloeste.blogspot.com.ar/ QUE ES EDITADO SIN NINGUNA PUBLICIDAD POR LA FAMILIA DELLISOLA-TODO A FUERZA DE ULMON
Gracias por tus palabras.Obviamente estás autorizado a publicarlo, para mi será un honor. Abrazo de gol de Valentín Sánchez...
Eliminar