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viernes, 9 de diciembre de 2022

La confesión de Willy

 

 

El viernes era feriado. Ese raro invento llamado “feriado puente” para incentivar el turismo. Serían cuatro días donde todos aquellos a quienes no les gustara el fútbol, podrían viajar a visitar algún lugar turístico. Seguramente los menos, los otros, los que sentían el fútbol como algo más que un deporte, esa gran mayoría de fieles del deporte pasión, utilizarían el feriado para preparar los detalles cabuleros y tomarían ese feriado como aquel 9 de julio, en el cual “Romerito” se convirtió en héroe.

En la semana se comunicaron Manuel y Florencia para combinar el asado. Eran cuatro hermanos, dos varones y dos chicas. Manuel se encargó de hablar con Pedro y Florencia con Julia. Los cuatro, en realidad, las cuatro parejas y sus hijos verían el partido juntos como en aquel maravilloso Mundial 2014.

Aquel fue asado en el quincho de la casa de Manuel, este iba a ser asado en el quincho en casa de Manuel.

Pedro puso el vino aquella vez, Pedro pondría el tinto esta vez. Florencia se encargaba de las ensaladas como ayer y Julia del helado. Todo estaba preparado, se juntarían a las doce, para la picada viendo a Brasil y almorzar esperando Argentina – Holanda.

En ocho años habían cambiado algunas cosas. El quincho tenía acondicionador de aire, el Smart TV nuevo era de 75 pulgadas, Holanda ya no era Holanda, sino Países Bajos y la familia era más numerosa. Habían nacido tres nuevos integrantes Pipi y Samy hijos de Pedro y Sol, la hija de Julia con su nueva pareja, Willy. Atrás había quedado su ex pareja, con quien Julia tenía a Milo, quien obviamente, estaba presente.

A las diez, Manuel y su hijo Benjamín prendieron el fuego. Mientras Fernanda, la pareja del anfitrión y Bautista acomodaban las cosas en la mesa. Florencia y Mariela, madre e hija preparaban las ensaladas y la picada. Un rato antes del mediodía, llegaron los más chicos, Pedro con su familia y Julia con Willy, que nunca había comido un asado en casa de sus cuñados y los dos niños.

Ese tema de Willy, quien no había estado en 2014 se trató anteriormente, pero para que Julia no se ofenda quedó en la intimidad. Su pasado era casi desconocido, la familia había quedado muy conectada con el papá de Milo, ex marido de Julia.

Willy no se llamaba Guillermo, se llamaba Fernando y era un muchacho moderno, que trabajaba en un broker de bolsa y ostentaba un muy buen pasar económico, algo que en la familia de su pareja no era para nada producto de envidia.

En el medio del asado Brasil y Croacia iban a alargue. Antes de terminar Croacia eliminaba a Brasil y todo era fiesta. Corrieron la mesa, prepararon el quincho como cine, sirvieron el helado y mientras lo tomaban, comenzaban la previa.

La charla era intensa y con voz alta, señal de nervios. En una de esas intervenciones, Pedro dice:

-       Fernando, pregunta del millón: ¿Por qué Willy…?

Era una pregunta que no encontraba respuesta en la lógica y que ni siquiera Julia, que lo conoció con ese apodo, sabía.

-       La historia se remonta a muchos años -explica Willy con vos ceremoniosa- estaba en tercer año la secundaria.

-       ¿Año…? Pregunta Florencia

-       Tercer año lo hice en 1978, el año del Mundial.

Ya instantáneamente se enteraron que Willy era bastante más grande que Julia, que había nacido en 1986. Pero como en el amor no existen diferencias de edad, jamás se había planteado en conversación alguna, ya que Willy tenía aspecto de cuarentón.

-       ¿Sesenta años tenés? Pregunta Manuel

-       Cincuenta y nueve. Cumplo sesenta el año próximo.

Willy que toma la palabra y cuenta:

-       Tengo un gemelo, llamado Sergio

Se quedaron todos en silencio, era algo que no sabían en la familia.  Solo Julia conocía esa historia, pero como Sergio vivía en Canadá, no se conocían personalmente.

-       En el Mundial de 1978 había unos gemelos muy famosos, medios colorados como nosotros, a quienes empezamos a imitar.

Manuel miró a Florencia y esta, a su vez, a su marido Javier. Eran de la misma generación que Willy y sabían de quienes hablaban.

-       ¿Hablás de los gemelos holandeses…?

Y a la pregunta de Javier, Willy responde con la sinceridad de quien no siente el fútbol.

-       Sí, Willy y René Van de Kerkhof…

Todos se miraron y la pareja de Julia que remata.

-       Nos peinábamos igual y nos compramos las dos camisetas de Holanda con el número 10 y el apodo “René”, y el 11 con el “Willy” en la espalda…

Un silencio se hizo carne en todo el quincho

-       ¿La camiseta de Holanda dijiste, Willy…? Preguntó su pareja, Julia.

-       ¿Holanda…Países Bajos…? Dice Milo, el hijo de su pareja.

-       Sí, la camiseta de “La Naranja Mecánica” -acota Willy- De Holanda del ’78.

-       ¿Vos decís qué te dicen Willy por un holandés que jugaba en el año del pedo?

Y ante el silencio del resto de la familia, Julia se levanta, le deja la bebé a Florencia y le dice a Willy:

-       Te voy a pedir que te vayas a verlo a otro lado…

-       ¿Cómo…?

-       Fue clara Julia, Willy…Comenta Manuel.

-       Estoy hablando con Julia, no con vos…

Ahí se levantaron Pedro y Javier, con otro tono:

-       No le contestes así a Manuel…

-       ¡Estás en su casa, salame…!

Fue Pedro el que esbozó algo así como: “acá estás demás”.

Eran una familia muy unida y evidentemente, después del embarazo, las cosas entre Willy y Julia no estaban tan bien, como para que la madre de Milo y Sol no salga a defender a su pareja.

Fue algo inesperado. A minutos de un momento importante una discusión fuerte y una reacción aún peor. Willy se fue enojado, la familia quedó sola y los primeros minutos fueron en el más absoluto silencio. No había reacción posible ante lo acontecido y la tensión de un partido durísimo.

El gol de Molina, rompió el hielo…

Fue una hermosa fiesta, un momento de desazón, una vuelta a la esperanza, un terrible sufrimiento, mucho nervio, mucho grito y, sobre todo, unión familiar. Como en 2014, el final fue a puro canto, plena emoción y victoria, hermosa victoria.

La familia unida por el fútbol y el émulo de Willy Van de Kerkhof, yéndose a su casa.

Como correspondía…

(Foto extraída de Internet)


Eduardo J. Quintana

Cuento inédito

IG: eduardo.quintana961

Facebook y Twitter: @ejquintana010


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